El presidente Alberto Fernández aseguró que el Gobierno va a «construir un sistema legal que dé certezas al sector hidrocarburífero», para «aprovechar las oportunidades que la Argentina no debe dejar pasar», al encabezar este jueves el lanzamiento del Plan Gas IV y V en el Museo del Bicentenario de Casa de Gobierno.
«Vamos a seguir adelante con todos los incentivos, dando la normativa necesaria que la actividad está reclamando, y vamos a exigirles inversión, producción y trabajo a quienes se beneficien con eso», afirmó Fernández durante un acto en el que estuvo acompañado por el ministro de Economía, Sergio Massa, y la secretaria de Energía, Flavia Royon.
También participaron del encuentro, los gobernadores de Neuquén, Omar Gutiérrez, de Chubut, Mariano Arcioni; y de Río negro, Arabela Carreras, junto a directivos de empresas petroleras y dirigentes gremiales del sector.
De esta forma, el Gobierno nacional lanzó el Plan Gas IV que consistirá en la convocatoria a las empresas para prorrogar los contratos vigentes hasta 2024, y la convocatoria al Plan Gas V con el que se buscará asegurar la producción incremental que requerirá el abastecimiento de la primera etapa del Gasoducto Néstor Kirchner que se encuentra en etapa de construcción.
Fernández aseguró que se puede «convertir a la Argentina en un enorme proveedor de energía», lo que requiere un «nuevo diseño de desarrollo» que vea la manera de «aprovechar el gas» que tiene el país y que el mundo y los argentinos necesitan, según definió.
«Tenemos la oportunidad de que en una primera etapa logremos que el gas de Vaca Muerta se distribuya en todo el país y alcanzar casi el autoabastecimiento; y después habrá que ofrecer gas al mundo», afirmó al impulsar la producción de Gas Natural Licuado.
Por su parte, el ministro de Economía, Sergio Massa, afirmó este jueves que el desafío que se plantea el Gobierno es que «la producción energética de la Argentina en 2027 tenga el mismo tamaño y peso de exportación que la de proteínas en el producto bruto interno».
«El país puede recorrer un camino que genere en el sector energético un segundo gran jugador en el producto bruto junto a los agronegocios», consideró Massa y sostuvo que «el país va a quedar a un paso (del autoabastecimiento), al 90%, en 2023».
En cuanto al impacto que se prevé que tendrán las nuevas etapas de incentivo a la producción de gas en todas las cuencas, Massa resaltó que dejar de importar gas y producirlo representa en términos de ahorro por importaciones de energía hasta 2028 unos US$ 19.000 millones y, en 2023, US$ 3.200 millones.
A la vez, significará US$ 28.900 millones de ahorro en divisas hasta 2028, y US$ 4.800 millones en 2023; en tanto que se esperan inversiones por US$ 7.000 millones hasta 2028 y unos US$ 1.200 millones en 2023, producto del incentivo a la producción gasífera.
También reseñó que esa mayor actividad se reflejará en un incremento de la recaudación fiscal de US$ 3.500 millones hasta 2028 y US$ 600 millones en 2023, y la creación de 10 mil puestos de trabajo hasta 2028.
En el inicio del acto, Royon afirmó que la prórroga del Plan Gas, mediante sus etapas IV y V, permitirá generar previsibilidad con contratos por cuatro años hasta 2028, lo que representará «un camino estratégico en pos del autoabastecimiento y el desarrollo energético».
«Con este plan se espera que la Argentina tenga la máxima producción hacia 2024» generando «ahorro de divisas, equilibrio fiscal, disminución de subsidios, más inversiones y empleos», enfatizó.
Sobre el Plan Gas
Esta nueva instancia del Plan de estímulo a la producción gasífera, ya había sido anticipada a los directivos de las principales productoras que operan en Vaca Muerta, semanas atrás cuando el ministro Massa anunció en Neuquén una serie de medidas de incentivo para el sector hidrocarburífero, y de la misma manera lo hizo el viernes en Houston, Estados Unidos.
El Plan Gas se lanzó a mediados de noviembre de 2020, a partir del Decreto 892 para incentivar el incremento de la producción de gas natural en distintas cuencas -ante la curva decreciente delos años previos- para incrementar la oferta local ante el pico de demanda invernal y reducir las importaciones de GNL.
La puesta en marcha del plan -concretado a través de subastas- otorgó previsibilidad de precio y de plazo contractual a los productores durante cuatro años, a un precio de US$ 3,5 por millón de BTU, más un incremental para los meses de invierno.